martes, 23 de agosto de 2011

La gran Antígona


Antígona era la hija de Edipo y Yocasta y hermana de Ismene, de Eteocles y de Polinices. Antígona acompañó a su padre cuando éste, al descubrir el crimen y el incesto que había cometido, partió hacia el exilio después de arrancarse los ojos. Se refugiaron en Colono, un pueblo de Ática, donde la muerte trajo finalmente la paz a Edipo. Antígona regresó a Tebas. Eteocles y Polínices, los dos hijos varones del desterrado Edipo, mueren peleando frente a frente en las afueras de Tebas. Eteocles del lado de la ciudad; Polinices del lado de los agresores. Creonte, déspota, gobernador y dueño de Tebas, decreta que Eteocles sea enterrado con los honores que correspondían a los héroes que mueren por la patria; y que Polinices, que murió defendiendo el bando de los agresores, sea dejado insepulto sobre la tierra. Contradiciendo el dictamen del déspota, Antígona, hija también de Edipo, se propone ir por la noche a enterrar a su hermano. Ismene, su hermana, más cobarde, no se atreve a acompañarla.
Antígona es sorprendida por los soldados que Creonte ha colocado en el monte para que vigilen el cumplimiento de su decreto: pena de muerte a quien entierre a Polinices. Es llevada ante la presencia del autócrata quien la increpa por su desobediencia.
Creonte pronuncia su sentencia de muerte y Antígona es condenada a ser enterrada viva en una cueva, sobre la montaña. Hemón, hijo de Creonte, que amaba a Antígona, es encontrado muerto sobre el cadáver de ella. Por otro lado su madre, Yocasta, intenta liberarla, pero al encontrarla ya muerta se traspasa el corazón con una daga y también muere a su lado.


En lo que a mí respecta, luego de leer este clásico, puedo decir que Creonte intenta demostrar su poder a través de la sentencia a muerte de Antígona. De esta forma, demuestra que más allá de los lazos familiares, creo que una de las cosas más sagradas, el poder político que maneja es mucho mayor, tanto que no le importa ni su hermano Polínice, y mucho menos la gran Antígona. Claramente ella decide morir para darle una honrada sepultura a su hermano, ya que sabía muy bien cómo eran las leyes en Tebas, y también sabía que, luego de lograr la sepultura de Polínice, la condenarían a muerte.
La convicción de esta mujer y el amor por su hermano fueron más importantes que su propia VIDA, una demostración de amor y ética pocas veces vista.
Antígona da su vida para que el alma de su hermano Polínice no vagara sobre la tierra en busca de venganza sin encontrar reposo. Desde entonces, existe la creencia de que es imposible la paz entre los vivos mientras no estén serenos todos los muertos.

3 comentarios:

  1. Fantástico. Sólo que Creontes es tío de ambos hermanos.
    Debatimos en clase?
    Abrazo, Edith

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  2. El mito de la gran Antígona, fue contada en el libro "Los siete contra Tebas" presentada por Esquilo en el año 467 a.C.
    Es la tercer obra de una trilogía; de la cual las dos primeras son Layo y Edipo.

    Carolina Viola...

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